domingo, 10 de octubre de 2010

Sucesitos dominicales III - edición especial

Sun, Zanahora, Chinese Girl, Escarbadiente y yo estábamos en el primer vagón del tren Sarmiento rumbo a Once hoy a las 16.30 hs (aproximadamente).
A la altura de Flores, el tren frenó de repente. Chinese Girl no estaba agarrada de nada y cayó sobre mí; Y Zanahoria -que estaba sentada- abrió los ojos de una forma impresionante, con cara de susto. En el momento no me pareció tan brusco, pensé que el tren estaba haciendo su parada habitual en alguna estación y que como yo venía completamente distraída, la frenada me había parecido muy fuerte.
Unos minutos después Zanahoria preguntó "¿No habrán pisado a alguien?". Yo dije que no podía ser, que capaz estaba un poco demorado, como siempre pasa; Jamás se me hubiera pasado eso por la cabeza. Todos estábamos un poco curiosos, y algunos hasta se empezaron a poner un poco nerviosos- Muchos quisieron abrir las puertas y ventanas y tirarse porque el tren estaba tardando mucho. Más o menos 10 minutos después de la frenada un hombre vino a avisar que habían atropellado a un chico. No sé si a todo el mundo le pasó, pero yo la verdad no lo puedo creer. Repito, jamás se me hubiese cruzado tal cosa por la cabeza. No sé qué cosa hicieron con una palanca -que hizo un ruido terrible- y ahí se abrieron del todo las puertas y la gente empezó a bajar.
La cuestión es que, obviamente, tuvimos que bajar del tren. Dudé, pero como todos lo estaban haciendo propuse que también nos vayamos; Estábamos más o menos a una cuadra y media de la estación, así que no iba a ser mucho drama. Tomé coraje y me asomé por la puerta. ¡Horror al descubrir que del piso del vagón al suelo había casi dos metros para saltar! No es que sea poco habilidosa con mi cuerpo y no pueda saltar ni un charquito, es que desde ahí arriba se veída jodido el panorama. Pero... 

¡Oh Jebús! Se presentó ante mí un ser completamente benévolo y angelical. Bah, no sé si tanto, pero lo que sí es verdad es que tenía unos divinos ojos, de color entre celeste y aguamarina (y una cara armoniosa que acompañaba dicho lindor de ojos). Tal espécimen me ofreció su mano para ayudarme a bajar, y creo que no dudé ni una milésima de segundo en aceptarla. En el trayecto del vagón al suelo sentí que levitaba, ¡oh bello individuo poseedor de una extraordinaria fuerza! Cuando llegué al suelo me explicó que habían agarrado a un pibe que venía escuchando música y quiso cruzar por el paso a nivel; Que debería estar "metido bien al fondo". Qué espanto. Pero qué lindo era.
Y nada, se fue caminando.

Así que hago un llamado a la solidaridad. Si vos, chico de ojos increíbles, remera color rojo desteñido y bermudas color caqui, (o alguien que sepa quién es), llega a este blog y lee esto, sepa que soy la chiquitita de remera larga tipo vestidito color coral, medias y borcegos negros. Contactarse conmigo a la brevedad.

1 comentario:

efe dijo...

era yo (?)
tengo como hobbie ayudar a bajar chicas del sarmiento diariamente, pero SH, no se lo digas a nadie quiero mantener el anonimato (?)
jaja, suele pasar che.. imposible viajar en un transporte público y no tener un momentaneo amor platónico.. IMPOSIBLE!