sábado, 23 de octubre de 2010

Anginas de viernes por la noche

Me encanta viajar en tren. Cada vez que lo hago, saco una buena anécdota.
La de esta semana corresponde al día viernes 22 de Octubre, a las 00.45 hs aproximadamente. Decidimos salir por capital, así que a las doce de la noche estábamos todas en la estación. A esa hora no pasa muy seguido el Sarmiento, por lo que tuvimos que esperar 45 minutos al aire libre. Anginas +1.
A 15 minutos de haber llegado algunas de las chicas dijeron de ir a un café que quedaba a dos cuadras, pero era fija que íbamos a terminar perdiendo el tren si nos íbamos, somos muy colgadas; Así que las obligué a todas a quedarse.
Cuando llegó el bendito tren (con 5 minutos de retraso, puto) no sé por qué no nos subimos. Los trenes que van hacia moreno, vienen por la izquierda, mientras que los que van a capital, por la derecha. Este vino por la izquierda pero en dirección a capital, y eso nos hizo dudar. En el último segundo decidimos subir, con tanta mala suerte de que se nos cerró la puerta en la cara. ¡No podía ser! Encima, el próximo tren pasaba a las dos y media de la mañana, no podíamos darnos el lujo de perder el que ya se encontraba ahí.
Milagrosamente, dos bondadosos muchachos -que luego me percaté eran muy bonitos- intentaron abrir las puertas, pero estaba un poco difícil la cosa. El tren a punto de arrancar, y todos haciendo fuerza para abrir esas puertas del ojete; Mientras yo me reía. Al final las pudieron hacer ceder un poco, por lo que pegamos un salto increíble hacia adentro del vagón. Todos nos miraban.

4 comentarios:

efe dijo...

jajajaja, tus viajes en tren siempre se transforman en aventuras. y justo en el sarmiento! hay que mirarle el lado positivo a viajar ahí eeeeh!
jaja, yo también soy de zona oeste, por ahí hasta somos vecinos (?)

sofía dijo...

Jajajaj somos más vecinos de lo que te podrías imaginar!

Lolita dijo...

Ay, puta madre, estuve un tiempo sin pasar y tengo que actualizarme y leer todo lo último. Bueno, te voy a andar firmando en cada entrada, jojo.

Pablo dijo...

Y si, esperar tanto no daba!!!

Esos viajes locos en tren, colectivo, subte o lo que sea siempre dejan mucha tela para cortarrrr.

Beso