jueves, 30 de septiembre de 2010

Interrupted

Encontrábase mi ser en pleno acto de reposar suavemente la cabeza contra la almohada para lograr una perfecta siesta, cuando la peor amenaza que podría haberse cernido sobre mi existencia se hizo presente.
En el momento en que cerraba mis ojitos y acompasaba la respiración -en pos de entrar en un leve estado sueñeril- mis oídos detectaron la presencia más molesta de todas las presencias habidas y por haber.
Claramente el universo y el infinito y más allá se estaban complotando en contra de mi olímpica siesta y yo.  ¿Qué hice para merecerlo?
Tal es mi mala suerte, que mis oídos se ensordecieron con el enérgico batir de alas -también conocido como zumbido- de nada más y nada menos que una mosca. Pero no era una mosca cualquiera, no me siento merecedora de esa buena suerte. El individuo con el que me tocó tratar esta tarde no calificaba como tal; Creo que les doblaba, incluso puedo decir que triplicaba el tamaño de esas moscas comunes que uno ve en la caca del perro todos los días.
Ya de por sí los insectos me causan una repulsión extraordinaria; Imaginen el pavor que me dio ver a esa bestialidad de mosca, que tenía el grandor de un abejorro tamaño baño. Más pavor aún me causó el hecho de tener que levantarme para matarla, la reverenda hija de puta se quedó dando vueltas en mi cuarto haciendo un ruido símil turbina de avión, totalmente intolerable para el oído humano.
Después de unos interminables 5 minutos de perseguirla con mis ojitos tapada hasta la nariz, me decidí y fui a buscar el Raid. ¡Para qué! Cuando llegué de la cocina la muy sorete ya se había ido. Puteando a los 4 vientos me propuse a volver a mis menesteres siesteriles con un leve mal humor que a la larga me imposibilitaría dormir. En el mismo instante en el que logré relajarme y entrar a la tierra de los sueños, horrorizada descubrí -o me hizo descubrir- que seguía ahí.
Inmediatamente le declaré la guerra civil inmortal y empecé a perseguirla presa de una furia inimaginable. Si hay algo que me molesta es que interrumpan mi sueño. Luego de una carrera por demás agitada y estúpida -con gritos, piruetas y tropiezos de por medio- logré atraparla entre la cortina y el vidrio. Un aullido de gloria no se hizo esperar, y al grito de "Tomá la reconcha de tu madre", la estampé contra el vidrio y la hice puresito.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

De huemules y peces

Hace días que me levanto cantando esto:

Quisiera ser un pez
para posar mi nariz en tu pecera
y hacer burbujas de amor por donde quiera 
oooh

What's wrong with me?

martes, 28 de septiembre de 2010

Volví (pero no fui millones)

Creo que no pude haberlo pasado mejor. Eso resume toda mi estadía allá.
El día antes de irme me sentía perpleja. No me terminaba de caer la ficha de que en un par de horas ya iba a partir, me parecía algo raro e incierto. Llegar fue algo maravilloso, la suma de la poca ventilación del micro, el revoltijo de mi estómago y la paciencia agotada hizo que poner un pie en tierra fuera la mejor experiencia del día. Desde que apoyé ese pie, no paré. Todo fue realizado a un ritmo insostenible para alguien humano, y sin embargo pude sostenerlo.
No voy a entrar en el detalle del día a día, con decir que fue excelente el lugar, el hotel, la gente, y las actividades diurnas y nocturnas, me basta. No caía en que estaba allá cuando llegué, y ahora que volví pienso no puede ser que haya vuelto. No tenía que volver, estoy convencida de que no debía hacerlo. Estos 10 días, del 17 al 27 de septiembre, estuve flotando. Anonadada, extasiada por las cosas que me tocaron vivir, ver, hacer. Ya pasó un día, y todavía me dura esa sensasión de flotar y no saber dónde estoy, a dónde pertenezco en realidad.
Les agradezco a todos los que hicieron posible que esto pueda suceder, desde mis viejos que pusieron billete por billete -y que sé que cuesta demasiado- hasta la recepcionista mala onda del hotel y los mozos que servían la comida. Yo sé que todos pusieron la mejor, y por eso hoy les puedo decir GRACIAS a cada uno. Dicen que es una vez en la vida, y por eso estoy feliz de haberlo disfrutado tanto y no arrepentirme de nada de lo que hice y de lo que no.
Voy a extrañar absolutamente todo, desde lo que más me gustó -repetir postre tres veces todas las comidas y tener sexo con un coordinador que no pertenecía a mi grupo- hasta lo que más me rompió soberanamente las pelotas, como los golpes en la puerta que daban los coordinadores para despertarnos todas las mañanas, y el chorro de la ducha que era un hilito de agua.
No puedo describir cómo me siento, y no es que no encuentre las palabras perfectas; Ni siquiera puedo pensar en una palabra que se acerque mínimamente a lo que me está pasando ahora. Fue una experiencia única que me llenó mucho, y me hizo muy feliz. Es algo inolvidable lo que me pasó.




Por eso, Bariloche, te llevás todos mis aplausos.

jueves, 16 de septiembre de 2010

martes, 14 de septiembre de 2010

Podría haber sido, pero no.

Venía caminando por una callecita adoquinada en San Telmo -de la cual nunca supe el nombre- cuando de repente me encontré perdida entre un mar de personas.
Escudriñé de manera minuciosa entre los individuos para ver si podía divisar a mis amigas, pero todo intento fue en vano: ese día había acudido una cantidad muy importante de gente a la feria, buscar a una persona entre la muchedumbre claramente no era algo que estuviera al alcance de mis 153 cm. de estatura.
Opté por no ponerme nerviosa e intentar relajarme. Me autopsicopateé: Algo debe haber sucedido en mi infancia con respecto al extravío de personas, no es normal que me afecte tanto el perder a alguien de vista entre el gentío. Ya estás grande, no pongas cara de demente y empieces a empujar a hombres y mujeres para que te dejen vía libre, eso no te va a hacer encontrar a las chicas. Ok, calmada.
Al desbloquearse mi cerebro pensé en llamar a alguna de las 4 para que venga a rescatarme, pero me acordé que tenía sus respectivos celulares en mi morral -¿quién me manda a salir con gente que no tiene dónde poner sus objetos personales? De todas maneras inspeccioné para cerciorarme de que los tenía todos, pero grande fue mi alegría al ver que me faltaba uno. De inmediato llamé y pregunté dónde carajo estaban, y espeté que no podía ser que se desvanecieran así; Me dieron indicaciones de dónde se encontraban y sin vueltas fui a su encuentro.
Caminaba rápido, mirando el suelo de adoquines que me dificultaba el andar. En un momento levanté la vista, y para qué! Ante mis ojos se dibujó la grata imagen de un ser masculino, un -por demás- bello muchacho que venía caminando en dirección opuesta a mí. En ese momento sentí que el tiempo se detenía, y con él mis pasos; No estaba prestando atención a mis piernas. En el instante en que fijé mis ojos en los suyos, él hizo lo propio con respecto a los míos. No fue un encuentro de miradas común y corriente, esos en los que se fija la vista unas milésimas de segundo en alguien para después retirarla sin mayor revuelo; Fue casi mágico.
En el momento del contacto visual entre ambos pensé en mirar a otro lado, a veces la vergüenza me impide observar a alguien del sexo opuesto; Pero esta vez las ganas de sostenerle la mirada fueron más grandes. No sé cuánto tiempo habrá sido, pero creo que para ambos -o por lo menos para mí- fue una eternidad. Ninguno retiró la vista de los ojos del otro, algo estaba pasando! Pensé en hacer algo, pero no supe qué. ¿Quedarme ahí parada? ¿Esperando? ¿Esperando qué? ¿Acaso algo iba a pasar? Parecía que sí.
Y así, sin más, siguió de largo.



Inspirado por y dedicado a A esto del amor

lunes, 13 de septiembre de 2010

Sucesitos dominicales II

  • Finalicé la búsqueda de gorro, soy feliz. Es color hueso con un pompón enorme y me salió $15 en la feria de San Telmo.
  • Las chucherías que vendían me gustaban una más que la otra. Abundan los objetos antiguos y cosas tejidas en lana de alpaca o vicuña. Whatever. Me encantó.
  • Otra vez me volví a cruzar a esa persona completamente indeseable en el mismo lugar y a la misma hora que el domingo pasado. Mala leche a la enésima potencia.
  • Me enamoré a primera vista de tres hombres distintos en sólo una tarde: Un colectivero (juro que es el colectivero más lindo -y joven- que vi en mi vida), un flaco de una banda que estaba tocando en la feria (divino) y un random en la calle con el cual sostuve la mirada por mas de 5 segundos (ítem a ampliar)

sábado, 11 de septiembre de 2010

Pensamientos de sábado por la tarde

Todavía no me hago una idea de por qué queremos a alguien que no nos quiere -ni querrá- y por qué no queremos a alguien que sí nos quiere.
Es como una cadena, ¿no? Uno quiere a tal, tal quiere a tul, tul quiere a til; y así.
Bah, sería más fácil de explicar con otro ejemplo. Imaginate un círculo hecho de hombres y mujeres intercalados. Cada uno quiere al de la derecha. Fácil.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Ñaña

Ñañoso, sa:
- Dícese de la persona que padece ñaña.

El término ñaña comenzó a utilizarse para referir a un estado de incapacidad de soportar al propio ser. El vocablo surgió ante la imposibilidad de poder expresar con una palabra concreta lo que se siente al momento de padecer esto, por lo que, al decir una de las personas afectadas algo similar a "me siento ñññ", se decidió que era la manera más acertada de denominar la afección.
Signos de que usted está atravesando un estado de ñaña pueden ser mal humor, malestar físico y/o emocional (dolores, tristeza, ansiedad), querer arrancarse la mente del cuerpo para dejarla reposando en un vaso de agua eternamente. "No puedo existir en este momento".  También puede sospechar si tiene ganas de comer algo pero cuando llega a la heladera no le gusta nada; Si tiene ganas de dormir pero cuando se acuesta se siente inquieto; Si tiene ganas de escuchar una canción pero le repulsa las que hay en su playlist -incluso pudiendo ser la canción favorita de uno (aplicable también a películas y libros).
Nadie está exento de padecer ñaña, aunque muchos de los afectados no se enteran de estar atravesando tal situación. Suele afectar mayormente a la población femenina por la abundancia hormonal de la misma, y en especial a mujeres jóvenes.
Hasta el día de la fecha no se han encontrado registros conocidos de medicaciones que puedan combatir esto, aunque científicos de todo el mundo hacen lo posible para encontrar una cura.
Recientemente se han encontrado fuentes antiquísimas que datan de una época remota en el a.C.; La información todavía no ha sido corroborada ni difundida por la prensa, pero parece que se han filtrado datos que compartiremos con ustedes por el bienestar de la sociedad:

"La ñaña puede curarse o por lo menos aliviarse
mediante una ducha fresca y una buena siesta"

martes, 7 de septiembre de 2010

El mundo está perdidoh

A raíz del bello día de hoy, decidí ir caminando a hacer unas compras que venía postergando hace rato. En realidad mi amiga autodecidió por ambas que lo mejor sería caminar unas 40 fucking cuadras desde nuestras moradas hacia una mercería -que tenía exactamente lo que necesitábamos- porque le pintó la caminata. Y parece que me dejé arrastrar a esa cruel e infame tortura.
Vestí ropa para la ocasión, unas zapatillas cómodas, pantalón y musculosa; Ella una pollera deportiva y buzo porque después se iba al gimnasio. Me cagué de calor.
Cuando llegamos estaba cerrado. Yo no entiendo por qué carajo los negocios del gba abren a las 4 y pico de la tarde; ¿Qué tipo de comerciante sos? Seguro uno al que no le interesa vender la mercadería. Pelotudo. Encima tuvo el tupé de abrir con 10 minutos de retraso, había gente esperando en la puerta por el amor de dios! Pero bueno, no es a donde quiero llegar.
La cuestión es que mientas esperábamos, nos sentamos en un escaloncito para recuperar un poco de vitalidad. En eso pasa una mujer muy mayor que nos mira de la forma mas reprobatoria existente y nos dice indignadísima ¡ANDAN EN BOLAS!

La tercera edad está terrible.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Sucesitos dominicales

  • Me crucé a la persona que menos tenía ganas de ver en el mundo cuando fui a tomarme el tren con unas amigas para pasar la tarde en puerto madero. Mala leche al por mayor. Fija que nos hicimos los reboludos y ni nos saludamos
  • Casi casi hacemos paga dios en un café, pero al final nos dio miedo.
  • Encontramos una feria híper-recontra-re-archi-mega baratísima donde vendían pañuelos, gorros and stuff. El domingo que viene terminaré mi odisea gorreril por solamente 15 pé. (parte I y II)
  • En el tren de vuelta estaba la "barrabrava"* de river en el furgón, justito al lado del vagón en el que me encontraba. El furgón hacía movimientos onda koh-i-noor.
  • Cuando entramos al tren había una vieja loca corriendo con la gracilidad de un hipopótamo drogado  que le quería robar el asiento a una mujer y su marido que tenía a upa a la nena de 2 años o menos (habiendo asientos de sobra por todo el vagón). Cuando encontró otro asiento, a unos metros de la pareja, le empezó a gritar a la mujer PENDEJA DE MIERDA y derivados. Cuando nos bajamos del tren la vimos que bajó en la misma estación. Changos.
  • Llegué y me comí un panqueque con dulce de leche, uno con miel y otro de manzana.

Un domingo pipí cucú.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Why is a raven like a writing desk?

Entro, pregunto si tienen gorros de lana. Casi opto por directamente decir que quiero con pompones y orejas, pero a esta altura ya me resigné.
Ella me dice que sí, que tengo suerte porque justo están en rebaja. Lucky me, pienso.
No era lo que yo buscaba, y tampoco llamaban la atención por lo lindos, pero igual decido probarme uno. Me lo pongo, great! no hay espejo.
Imposible disimular, mi cara siempre desborda de gestos. Allá hay un espejo, me dice. Sonrisa boluda de me adivinaste el pensamiento. Camino, me veo, no me queda muy bonito que digamos; Mínimamente aceptable se podría decir, tampoco soy un culo.
Sinceramente no me convenció del todo, así que fui a devolvérselo.

- "Mmmno, no me gusta. La verdad me queda horrible"
- "Aah, cómo te va a quedar horrible con esa sonrisa que tenés!"

No sé qué tendrá que ver una sonrisa con cómo queda un gorro, pero debo admitir que esa mujer me alegró la tarde. Y prefiero creer que no fue una vil mentira para que le compre algo.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Tegobs

Hoy me miré al espejo y ví que tenía bigotes.
Esto de no tener novio/chongo/amigarche/amigovio/filito/whatever, hace que me descuide sin darme cuenta. Hasta que me doy cuenta y me pongo a meditar sobre el tema

el día que me surja garche imprevisto, estoy hasta las repelotas

jueves, 2 de septiembre de 2010

Complaining in the rain

No puedo tolerar la lluvia. Si hay algo que puede llegar a cagarme por completo el día, es que llueva. Y considerando que hace varios días que no para de caer agua... nada, eso. No puedo conmigo misma.
Además de aplastar mi buen humor a cifras bajo cero, mojarme las zapatillas y hacer de mi cabellera algo espantoso, hace surgir lo peor de la gente. O a la peor gente, todavía no me decido.
Hoy una vieja casi se lleva uno de mis globos oculares con su paraguas; Me empujaron y caí a un charco donde me mojé las zaptillas; ¡Me caía agua de una gotera en el aula!
Y encima tengo unos pollos recontra verdes catarrito

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Steven - Estiben - Esti, ven!

Contexto:
Mi casa, martes 6-7-10 a las 21:43 hs, mi persona postrada en la cama con la computadora encima cual foca marina echada en la playa.

Tíririri-rí (celular). Oh rayos, deberé levantarme y coger el maldito móvil. 

1 mensaje(s) recibidos:
Hola. Como estas?
06/07/10 - 21:43
15- xxxx - xxxx  (Número desconocido)
Respuesta: Yo todo bien, dependiendo de quién seas preguntaría lo mismo. No te tengo agendado.

1 mensaje(s) recibidos:
Uh perdon me equivoqué. De digitos. Igualmente me llamo Estiben. Perdona las molestias. ocasionadas (Literal)
06/07/10 - 21:52
15- xxxx - xxxx
Respuesta: ¿Qué? ¿Acaso alguien hubiera respondido a eso?