domingo, 12 de diciembre de 2010

Oportuna

Eran entre las 3.30 y las 4.30 am. Estaba danzando muy alegremente en una fiesta a la que fui el jueves pasado, cuando de repente me dolió un poco el vientre; Luego un poquito más, y luego otro poco más.
Ese malestar en la parte baja de la panza -muy similar al de cuando uno está descompuesto, pero que en lugar de ser pequeños espasmos de dolor, es un dolor sostenido en el tiempo y claramente mucho más fuerte- que cuando toma tu cuerpo es una inequívoca señal de que Andrés estará haciendo presencia dentro de una o dos horas.
Aterrorizada empecé a hacer cálculos mentales para ver si podía recordar cuándo es que este señor debía realmente venir a visitarme; Pero todo fue en vano. Hacía demasiado tiempo que no consultaba mi calendario Andresino y no recordaba la última fecha en la que apareció.
Ya fuera de mis cabales, me mentalicé para que no sucediera, pero tarde fue cuando me senté en un banco y sentí que... Bueno, lo sentí. Corrí a buscar a las muchachas para preguntarles si alguna podía salvarme de la perdición en la que me hallaba sumida, pero de ese grupo de 9 todo lo que recibí fueron negativas.
Opté entonces por ir al baño y gritar con toda la fuerza de mis pulmones para averiguar si alguien poseía lo que yo necesitaba; Y gracias al cielo y a Jebús una encantadora muchachita exclamó que ella sí.
Nunca más me olvido de consultar el fucking calendario.

4 comentarios:

Pablo dijo...

Ay, a mi cuando me pasa es tremendo! jajajajaja! No estabamos hablando de gastroenteritis? jajaja!

Debe ser tremendooooooo! Menos mal que había una persona salvadora!

Beso

Rocio McManus dijo...

Te juro que me encantaría opinar sobre eso, pero no puedo. La sangre me impresiona (?) jajaaa

Tom dijo...

Andrés es un chabón jodido.

sofía dijo...

Es horrible Pablo, pero por suerte siempre hay alguien en la misma situación.

Jajajaj me matás Walkiria.

Totalmente Tom, de la peor calaña existente.