miércoles, 5 de octubre de 2011

Sucedió

Ayer a la noche me decidí y procedí a sacarme este aro del demonio que tantos problemas me causó. Es evidente que desde el día 1 el cuerpo me lo rechazó; Así que por ende la rebelión no es algo que me siente bien.
Chau, me fui a comprar ropa en colores pasteles; Con muchos volados y puntillitas.

8 comentarios:

Cintya Posse dijo...

Hola, soy Cinty, hace un año y medio tengo una barra en la oreja y mi cuerpo lo rechaza y lo infesssta per yo no me lo saco ni en pedo porque la amo ♥

Basta dijo...

uy es lo menos rebelarse y que el cuerpo te contradiga! Todo mal!

Tomás en Shorts dijo...

quizás hacer la rebelión armada te sienta mejor. sería más sencillo al menos

Tom dijo...

Te fuiste a los 50s, nos vemos en los 80s y quien te dice, quizas zafamos del fin del mundo en el 012.

Sof dijo...

No te olvides de las trencitas :)

Belén dijo...

Sí, concuerdo con Tomás. La rebelión armada siempre es una opción, eh.

gastmun dijo...

MMmmmmm, capaz que rebelarse sea no usar aritos en esta época. Besos

sofía dijo...

Cinty: Estás loca m3n! Yo preferí que la nariz no se me cayera.

Corazón: Sí, mal. Me siento una imbécil a cuerda.

Tomás: Mmm, es una buena idea...

Tom: Sí, estoy en una granja lechera, salticando en el campo con un vestidito blanco y dos trencitas.

Sof: ¡Es verdad! Ya mismo voy a la mercería a comprar cinta bebé rosa, así me las ato con moñitos.

Peperina: Sí, puede ser. Y si no, los pedos siempre resultan.

Gast: ¡Sabés que me dejaste pensando eh! Muy buena reflexión la tuya, muy cierta.