lunes, 30 de agosto de 2010

Ni siquiera me hago la boluda

Un par de semanas atrás encontrábase mi persona esperando el colectivo que me llevaría a mi hogar, cuando tuve que presenciar un nefasto acto de vandalismo viejeril.
El lugar donde lo suelo tomar no es muy concurrido, pero ese día había una cantidad bastante grande de personas, a comparación de lo usual. La cola estaba compuesta de una señora mayor adelante de todo, un hombre, la que escribe, y seis o siete personas más.
Estaba sumida en mis más profundos pensamientos y reflexiones papando moscas como de costumbre, cuando noto que la señora en cuestión saca cuidadosamente un papelito de su cartera. Pispeando de curiosa que soy, veo que era un envoltorio de barrita de cereal. Ahí fue cuando la cosa se puso buena.
Ya no tan cuidadosamente, la mujer arruga el papel que tenía en sus manos -al pedo, porque esos papeles de plastiquito son inarrugables- y lo tira violentamente a la calle. ¡Sí! ¡La vieja roñosa tiró el papel al medio de la calle! Ni siquiera tuvo el tupé de tirarlo a su lado disimuladamente, de manera que pocas personas se dieran cuenta de su conducta pelotuda. No, ella lo tiró bien lejos, porque si estaba en el medio de la calle nadie la iba a culpar, qué se yo, la verdad no sé qué carajo se le pasó por la cabeza.
Totalmente indignada pensé en decirle algo. Pero ¿qué le iba a decir? La gente mayor tiende a ofenderse cuando alguien les indica algo, imagínense si le llegaba a decir que era una vieja roñosa y sinvergüenza! Creo que me devané los sesos durante 2 minutos intentando buscar las palabras correctas para que no se sintiera ofendida o que le estaba faltando el respeto, porque no era mi intención, pero sinceramente nunca se me ocurrió nada que no incluyera "sucia", "roñosa" o "respeto por la vía pública"; Así que opté por ir a los hechos.
Eché una miradita para ver si había algún cesto de basura cerca, y efectivamente tenía uno a menos de dos metros; Por lo que bajé a la calle, me agaché para levantar el papelito y no muy discretamente fui al tacho para tirarlo, mientras todos me miraban.
Si yo hubiese sido la vieja, fallecía de la vergüenza ahí nomás.

2 comentarios:

Ale dijo...

Ya me gusta esa actitud beligerante contra la gente roñosa. Muchas veces soy mucho menos diplomático que vos, pero en ese caso podría haber agarrado el papelito, haberme acercado a la señora y decirle "abuela, si quiere, este papelito que usted tiró en la calle se lo tiro al tacho que está ahí A DOS METROS. Así no hace esfuerzo, ¿sabe, abuela?".

Y antes que responda, al tacho sin mirar atrás.

querés melón? dijo...

bien resuelto.