sábado, 28 de agosto de 2010

De urticarias y cumpleaños

Mi madre suele decir que situaciones, personas o eventos le dan urticaria. Un día le pedí que me explique qué era esa enfermedad, porque nunca me terminó de cerrar la expresión. Que algo o alguien dé urticaria significa que da alergia, y que por ende no podés tenerlo cerca. Te causa rechazo, es algo que no podés tolerar, me dijo. 
No satisfecha con su respuesta, me puse a investigar en la interné en qué consistía la afección. 
Encontré que "La urticaria es una reacción de la piel caracterizada por la presencia de áreas de la piel rojas e inflamadas (ronchas) que provocan una intensa picazón. Su alcance se limita a la superficie de la piel y a los tejidos subcutáneos. La urticaria aparece repentinamente y puede desaparecer de la misma forma en una o dos horas. Frecuentemente se presenta en grupos de ronchas y aparecen nuevas ronchas mientras otras desaparecen. Se estima que un 20% de la población ha padecido una erupción de urticaria en alguna etapa de su vida."
Básicamente, "me das urticaria" es "me hacés brotar". De ahí en adelante la expresión pasó a formar parte de mi habla cotidinana, y creo que si alguien conocido leyera esto sabría que soy yo la que está escribiendo.
El hecho de ser totalmente intolerante me hace repetirlo muchas veces por día, por lo que si alguien escucha urticaria automáticamente piensa en mí. Aclaro que no vivo de mal humor por ser intolerante, sino que solamente no  banco que gente que no son mis allegados me estén encima, que puede ser tanto gente conocida y no querida, como gente que nunca en la vida me crucé.
De ahí se puede deducir que detesto los amontonamientos de gente, no me gusta el contacto de cuerpos con personas no elegidas para hacer contacto. Pero no tengo problema de salir cada tanto a eventos multitudinarios, porque me encanta quejarme y pegar codazos por doquier, es mi razón de ser.

Considerando que ya más o menos expliqué el por qué de todo esto, prosigo contando que  ayer, viernes 27 de agosto de 2010, cumplí años.
Pensé que iba a sentirme distinta. No más grande, distinta.Pero no sucedió. Menos mal, me gusto tanto!