No, no me agrada lo que está pasando.
Hace poco menos de un año decidí empezar con este espacio. Exactamente 9 meses y un día. Cavilé durante bastante tiempo antes de abrirlo, al principio dudaba. ¿Y si no tenía sobre qué escribir? ¿Y si no tenía ganas de hacerlo? ¿Y si a la gente no le gustaba lo que estaba leyendo? Dudas, dudas, dudas. Yo leía lo que las demás personas hacían y quería ser parte de lo mismo, pero no estaba del todo segura. Hasta que dije ¿qué puedo llegar a perder? Nada.
El 28 de agosto de 2010, un día luego de mi cumpleaños, nació Me das Urticaria. Por ese entonces mi estado anímico no era el mejor, Federico todavía deambulaba en mis pensamientos y ello me entristecía. Pero me embalé, muchísimo.
Me propuse postear una vez al día sólo por establecer un ritmo; aunque mi felicidad por haber empezado a escribir hacía que armara varios posts en un día y no pudiera contener las ansias para que los días pasen y así publicarlos. Era entendible, en esa época estaba cursando mi último año de secundaria, imagínense mi grado de no-utilidad en el universo. Como fuere, las ideas llovían a mares y yo aprovechaba para plasmarlas por amor al arte, para además intentar hacer reír a la persona que tuviese ganas de leer mis ideas.
Pero siempre hay un pero, ¿no? Hace poco -o quizás no tan poco- el blog empezó a perder la línea. Supongo que ustedes también lo habrán sentido. Conocí a alguien. Alguien que quería conocer hacía mucho tiempo. Al principio empecé a descuidar todo esto porque no cabía en mí de felicidad. Pero las cosas no sucedieron de la manera que esperábamos y comenzaron a haber trabas. Fue triste, pero teníamos presente que podía llegar a pasar. Los dos últimos meses descuidé todo esto no por felicidad, si no por la tristeza que eso me ocasionaba. Me descuidé a mí, y como resultado también a mi pequeño espacio virtual.
¿Por qué cuento esto? No sé. Me apena mucho no poder seguir escribiendo alegres tonteras, de las cuales mis anécdotas incongruentes eran la base. Ya no me pasan cosas que sólo podrían pasarme a mí, porque soy una persona triste, y ya no salgo en busca de aventuras como solía hacerlo. Sí conservo mi dramatismo característico, ese que me hace vivir la vida como si fuera una novela colombiana que pasan a las tres de la tarde; pero no lo estoy utilizando bien. En vez de ver todo como un torbellino combinado de emociones exacerbadas, me estoy jugando una mala pasada yo misma haciendo que mi dramatismo me torne de color gris. Exagero lo triste que estoy, lo mal que me pone la situación y todo lo malo que me está ocurriendo. Y eso no está bueno.
No está bueno porque me quita el ánimo de escribir. ¡Con lo que me gusta hacerlo! Antes no podía aguantarme las ganas, ¿cómo pudo llegar a suceder que no quiera incluso abrir esta página? Es horrible. No me agrada lo que está pasando.
Estoy lejos de solucionar las cosas que me ocurren en el ámbito sentimental, porque pareciera que nada nos sienta bien, estar juntos, separados, en la nada misma. Nada. Pero no quiero ahondar en eso, dije que lejos estoy de solucionarlo. Lo que sí puedo solucionar es a mí. Estoy convencida de que si tuviese ganas podría canalizar todo por otro punto y hacerme las cosas mucho más fácil. Hasta creo que eso podría poner paños fríos, relajar, aclarar y mejorar lo sentimental con esta persona. Pero yo soy la que tengo el poder de tener ganas de cambiar.Y, claro, no lo estoy teniendo.
Cada tanto me viene ese ímpetu de decir voy a hacer que todo sea distinto, y así como aparece es que huye. Ponele que me dan ganas de empezar a ser más feliz, pero al ratito ya pienso en lo triste que estoy y de vuelta vuelvo a sentarme en mi silla, y a estar enfrente de mi monitor haciendo nada.
Ayer charlé con esta persona y le comenté cuán abandonado tenía el blog. Me recomendó que hiciera algo al respecto porque era una pena. Le hice caso, y acá estoy cavilando sobre qué fue lo que pasó. Y pienso ¡Qué carajos! Debería dejarme de joder y empezar a hacer las cosas bien, dejar que el universo fluya, hacer que todo se torne más colorido. Y así volver a escribir alegres tonteras, de las cuales mis anécdotas incongruentes son la base.
5 comentarios:
Supongo que un blog permite hacer catarsis(aca se puede putear con comodidad), y es un permiso de estilo exagerar y convertirse un poco en un personaje, no te hagas tanto drama, se puede hacer de todo un poco.estas sufriendo una somatizacion literaria!!!!.se puede salir tranquilamente. Abrazooos
totalmente, intenta canalizar lo bueno acá, dale a lo malo un leve sarcasmo que lo haga gracioso, a lo negativo color.
aveces cuesta
mucha suerte, no abandones el blog que es muy bueno :)
Te recomendó bien, ya que el blog de uno refleja los sentimientos y situaciones actuales de una persona, y no da escribir algo que no es. Cuando es así, es mejor no escribir, aunque queramos escribir por lo menos dos palabras, es injusto para los que leen, y este post me parece muy justo, fuck yeah!
Con respecto a tu situación actual, son situaciones de (de mierda) de la vida que nos pasa a todos, aveces es mejor haberlas vivido que no haber vivido nada, depende la situación de cada uno igual.
Saludos!
Todos tenemos malos momentos, momentos de bajon, momenos de tristeza.
Lo bueno es darse cuenta uo mismo y darse cuenta tambien que del otro lado hay gente que te lee y que (por lo menos, virtualmente) te entiende y te banca.
Yo te banco!
Dale tranquila y de a poquito que todo se va a ir encaminando solo.
Nos leemos.
Besugos
gastmundo: Me tomaré a pecho lo de "somatización literaria" jajaja, me agradó el término. Gracias por el apoyo.
Sofía Sot.: No lo abandonaré, y cuando vuelva todo tendrá más color como bien vos decís.
Pol Martin: Muy sabio todo lo que dijiste, y la verdad es que estoy tomando tu consejo al pie de la letra.
Pulpo: Muchas gracias por el bancamiento! Realmente lo aprecio.
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